domingo, 17 de mayo de 2020

Cosmética en la cuarentena


En primer lugar, me gustaría decirte que espero estés bien y esta nueva etapa esté siendo lo más benevolente posible, para ti y para los tuyos. A pesar de las discrepancias que cada día podemos poner de manifiesto en nuestro discurrir habitual (ir a comprar al supermercado, caminar por la calle, ir a la farmacia, etc.) y sin que los sentimientos encontrados sobre cómo de bien hacemos las cosas nos limiten en este, pese a todo, nuestro mundo, quiero daros las gracias por el hecho de estar ahí y estar leyéndome. Es mucho y muy importante para mí. Gracias.

Ahora sí, paso a comentaros algunas cositas sobre algunos productos que estoy usando. Algunos ya estaban entre los habituales, o lo habían estado tiempo atrás; sin embargo, otros han sido nuevas incorporaciones, descubrimientos muy agradables y positivos.Voy a poneros en contexto sobre el porqué de estos productos y qué me llevó a empezar a usarlos. 

Veréis, yo tengo la piel mixta, con las zonas más secas a veces extremadamente secas y las más grasas, con tendencia a las imperfecciones. Tras varios años indagando y pidiendo ayuda a diferentes especialistas en dermatología, llegué a la conclusión que “cuando no puedes con tu enemigo, lo mejor es que te unas a él”, y eso hice. Convertí el acné adulto que me traía un poco amargada, en mi aliado. Lo convertí en una especie de voz cutánea interior que me habla, que si se manifiestaba era porque quería decirme algo. Y abandoné el desesperado intento de eliminarlo de mi vida. Pasé a querer comprenderlo en lugar de querer erradicarlo. 



Y nuestra relación mejoró significativamente. Mi piel me ha ido guiando durante estos últimos años hacia la que yo considero la dirección más razonable: aprender a querer mi piel tal y como es, a mimarla y cuidarla sin pretender que sea otra diferente. Y esto, en mi caso al menos, ha sido muy significativo.

Cuando la epidemia por la COVID19 empezó, tod@s sentimos mucho desconcierto y porqué no decirlo, también miedo. No sé vosotr@s pero yo algunos días comí cosillas de esas que “no son muy adecuadas” y otros días me salté comidas, porque estaba muy nerviosa y no podía comer. Soy farmacéutica en oficina de farmacia y no he dejado de trabajar ningún día que no me correspondiera. Hemos estado observando todos y cada uno de los cambios que se han ido produciendo, así como las innumerables situaciones que ponían de manifiesto que no tod@s quieren hacerlo bien. Es muy frustrante sentir que no puedes hacer entender a alguien la importancia de la preservación de la salud. Mi profesión a fin de cuentas es eso. Asesorar y guiar en las distintas etapas de la vida a tod@s que entren a la farmacia y lo soliciten, directa o indirectamente. 

Pues bien, puestos en situación, os podréis imaginar que este estado de nerviosismo hizo a mi piel hablar. Y lo hizo, vaya si lo hizo. Y bien fuerte. La necesidad de usar mascarilla cada día, durante un mínimo de 7 horas en el trabajo, hizo que la piel de mi rostro amaneciera casi de un día para otro, con un inmenso brote de acné, en la zona de la barbilla, alrededor de la boca y en el cuello. Estas dos últimas zonas eran zonas sin explorar. Nunca había tenido granitos cerca de la boca o en el perfil de la mandíbula. En cualquier caso, las lesiones llegaron y como podréis imaginar, con la mascarilla rozando en esa zona, tantas horas, no fueron a mejor, sino a peor.


 Pero entonces... busqué soluciones en lugar de lamentarme.



Decidí poner en práctica aquello que os mencioné antes: unirme a mi enemigo. Y pensé que mi piel estaba sometida a unas condiciones muy nuevas para ella, el ambiente que se crea entre la cara y la mascarilla es muy cálido y húmedo, los poros se dilatan, la piel no puede transpirar y obviamente, ante tal agresión se defiende como puede. El mecanismo en teoría es bueno, el problema es que las consecuencias de esa defensa son entre otras, que los poros con una mayor cantidad de sebo buscando una manera de protegerse, no lo consiguen y finalmente se obstruyen porque el sebo se oxida, bloquea al poro y… vuelta a empezar. Las pieles más secas tienen unas herramientas diferentes, pero llevadas muy al extremo, como puede ser usar mascarilla muchas horas, también pueden reaccionar de este modo.


Me mentalicé: no iba a poder dejar de usar la mascarilla. De hecho, sabía cuándo había empezado a usarla, pero no tenía (ni tengo) la menor idea de cuándo volvería a no tener que usarla cada día. Pensé que esto requería de una intervención, no quirúrgica claro está, sino una intervención sobre mi plena participación e implicación en el proceso, en busca de una mejora o de un cambio que genere mejoría. Y recordé la gama Tolérance Extrem de Avène. Estos productos son muy especiales, porque son cosméticos pero no contienen activos que condicionen su uso. Es decir, no llevan principios activos  sobre los que gire el efecto del producto. 

Son dermocosméticos pensados para poder tener una rutina de cuidado, con la mínima agresión posible a la piel. Siguen una estricta política de cosmética estéril, no solo en sus fórmulas, sino en los envases; de tal manera que desde que empiezas a usarlos, hasta que los acabas sabes que el producto está íntegro y no ha sufrido los efectos del contacto con el aire, ni se ha deteriorado por oxidación. Lo que sale del envase es lo que vas a usar y el resto se mantiene en perfectas condiciones. Además, dentro de la gama hay varias opciones de texturas, perfecto si tienes la piel mixta como yo. No hay que sacrificar nada, solo encontrar el producto adecuado.

Elegí dos productos: el primero una limpiadora que me calmara la piel, que me permitiera limpiar mi rostro aunque no esté usando ningún día base maquillaje ni corrector de ningún tipo, pero que me sirviera para eliminar la suciedad de la piel. En este caso, también me sirve para desmaquillar ojos (el único pequeño placer que algunos días me permito, si el ánimo acompaña). Y aunque no lo creas, ese producto existe y es este: Avène Tolérance Extrêm Lait nettoyant (leche limpiadora).





Esta limpiadora además de limpiar, calma y suaviza. Y pesar de tener mi brote de ácne, no me ha dado grasa. En lugar de emplear productos muy astringentes pensé que tal vez lo más inteligente en este caso sería calmar e hidratar. El alto contenido en agua termal de esta gama es confort, hidratación y calma aseguradas.

También incorporé otro producto de la gama, la mascarilla Tolérance Extrêm. Cada vez que llegaba de trabajar y veía mi piel enrojecida e irritada, la usaba. Esta mascarilla sigue las mismas premisas que la limpiadora, pero me permitía dejarla aplicada en capa gruesa sobre la piel unos 5 o 10 minutos y luego retirarla. En mi caso empleé unos discos reutilizables, que se humedecen ligeramente y limpian la piel sin irritarla. Pero tengo que reconoceros que, pese a mi piel mixta, muchas veces no había nada que retirar. La piel había decidido quedárselo todo. Nuevamente os confirmo que, mi piel me habla cuando quiere cosas.




Además, decidí seguir usando un par de veces en semana una crema limpiadora de poros que me encanta, se llama LÓsmoclean Créme Douce Désincrustante de Institut Esthederm. Es una crema muy suave que, aplicas con el rostro limpio y seco, masajeas y emulsionas y poco a poco se va volviendo más espesa, haciendo su acción limpiadora y desincrustante, sin gránulos sin fricción ni daños. Retiras con agua y listo. Es espectacular. Limpieza profunda sin efecto irritante.




Obviamente el acné no mejoró solo con esto. Tuve que añadir otros activos, concretamente volví a utilizar un producto que en su momento me encantó por los buenos resultados que tuve. Es el serum Blemish + Age Defense de Skinceuticals. Es un tratamiento que se aplica sobre las imperfecciones, con el rostro limpio y seco, mañana y noche (aunque yo solo lo estuve aplicando de noche y luego os diré la razón), que trata y previene las lesiones y los poros dilatados, que tiene una formulación rica en ácidos (2% de ácido dióico, 0,3% de LHA ácido capriloil salicílico, 1,5% de ácido salicílico, 3,5% de ácido glicólico y un 0,5% de ácido cítrico). Un potente cóctel de activos que lógicamente pude emplear porque los demás productos al uso no tenían esta potente actividad. Digamos que mi rutina la fui diseñando de forma que pudiera compensar la acción de unos productos con otros. Necesitaba equilibrio y calma, pero también un poco de acción.  

Siguiendo mi guión de calmar y compensar, incorporé otro elemento que ha sido determinante: el serum gel calmante Phyto Corrective de Skinceuticals. Diseñado para calmar, hidratar y tratar las rojeces, lo usaba cada mañana (de ahí el no usar Blemish de día). Phyto corrective es un precioso gel verde brillante, con una composición rica en activos vegetales (extracto de pepino, de tomillo, de mora) y ácido hialurónico. Hay un factor determinante en el tratamiento del acné y es el componente inflamatorio. Las lesiones que suelo tener cursan con mucha inflamación, tienden a enquistarse y conviven conmigo semanas. He descubierto que cuando trato el efecto inflamatorio, en este caso con Phyto Corrective, mi piel reacciona mejor y todos los tratamientos alcanzan un poco mejor su objetivo.

Además, decidí buscar un aliado al que recurrir mientras tuviera al uso la mascarilla, y me decanté por una bruma mist de Sesderma, concretamente la Resveraderm Liposomal Mist, un cómodo y coqueto spray que podía pulverizar en mi piel fácilmente, por ejemplo cuando me quitaba por un segundo la mascarilla para beber agua. Refrescante a más no poder y con el aporte de antioxidantes que buscaba durante el día. Los antioxidantes que contiene (extracto de hojas de uva roja) y el ácido hialurónico de su composición, me ayudan a luchar contra los radicales libres y a mantener la hidratación.





Como último detalle, comentaros que también empecé a usar un bálsamo labial que me ha sorprendido mucho y muy gratamente. Sentía los labios muy secos y cuarteados. Está claro que con la mascarilla bebo mucha menos agua (lo cual está muy muy mal) y hay zonas más sensibles donde la piel refleja la deshidratación con velocidad; los labios es una de esas zonas. Este bálsamo lo uso cada noche, antes de dormir y realmente tiene un efecto potente desde la primera aplicación. 

Recomendado para l@s amantes de la miel, Rêve de miel de Nuxe. Una textura y una fragancia deliciosa, que repara los labios dejándolos muy nutridos. Al principio pensé que el envase era pequeño, que con lo mucho que me gustaba duraría poco pero su consistencia en bálsamo permite sacarle mucho partido con muy poca cantidad.




Y con esto ya acabo la entrada de hoy. Espero os haya servido, al menos para entreteneros y con suerte, para guiaros en ese gratificante mundo que es la cosmética. Como siempre, si tenéis alguna duda o queréis hacer alguna corrección sobre lo escrito, no dudéis en dejar un comentario. Muchas gracias por vuestro tiempo y vuestra atención. Nos vemos muy pronto.


Maria H.

miércoles, 17 de julio de 2019

Here comes the sun...

Y como si nunca hubiera sido invierno, ni primavera... llega el verano. Lleno de grandes maravillas y terribles inconvenientes. El placentero efecto del sol, sus beneficios, nuestra evidente necesidad de exponernos a la luz solar... El daño de la radiación, la aparición de manchas, reacciones adversas a medicamentos, alergias, quemaduras... Como bien es sabido, nunca puede tenerse todo.

Sin embargo me posiciono ferozmente ante la posibilidad de poder disfrutar del sol y no pagar el caro precio de sus daños. La clave es, sin duda la constancia y un sopesado proceso de elección de productos para la protección solar. Es muy sencillo llegar a la playa, quitarnos la camiseta, ponernos un poco (bastante poco generalmente) de protección solar y pensar: "Bueno, yo ya lo he hecho todo..." Nada de eso. La clave como os digo, es la constancia. Aplicar la protección solar en los tiempos y cantidades adecuadas y además, sabiendo que es la que mejor nos va. Nadie nace sabiendo pero, oye mira lo mismo puedo echarte un cable con eso de elegir. Lo de la constancia ya es cosa tuya.

¿Qué protección me compro?
Lo primero, ten muy presente que la protección que debes comprarte es la que te guste. No vale eso de "la mejor es esta" o aquello de "huy... mi prima dice que me compre esta otra". De la misma manera que cuando nos sentamos plácidamente en una terraza y se acerca la camarera y nos pregunta: "¡Hola chicos!, ¿qué os pongo?" Tenemos muy claro que lo que sea que vamos a pedir, es porque nos apetece. Nadie tiene que elegir por nosotros si tenemos la posibilidad de elegir. Pues con la cosmética de elección activa (término que me atrevo a acuñar para ese tipo de cosmética que compramos y usamos con un fin práctico más allá de la estética, el ocio o el placer, pues persigue un fin cercano a la salud o la preservación de la misma) pasa igual. Nosotros decidimos qué queremos, en función de nuestra necesidad.

Pongamos un ejemplo: Hola, tengo 30 años, soy un chico súper dinámico, que voy todo el día de acá para allá en mi patín eléctrico y con suerte me acuerdo de llevar una botella de agua en mi mochila, para beber de vez en cuando. Paso bastante tiempo al aire libre, a casi cualquier hora, incluso en esas donde el asfalto podría hacer que me derritiera. Pero mi ritmo de vida manda y yo no puedo, ni quiero parar. En lo que llevamos de verano me he quemado dos veces la nariz y he empezado a notar pecas y marcas que juraría no tenía el año pasado por estas fechas. ¿Qué estoy haciendo mal? o mejor dicho, ¿qué no estoy haciendo?

Bueno, ¿alguien se identifica? Al menos en eso de "¿qué no estoy haciendo bien?". Es evidente que por mucha prisa que tengamos o por mucha que sea la carga de trabajo de nuestra jornada, el sol ni se esconde para nosotros ni irradia menos. La clave somos nosotros mismos y nuestra capacidad para encontrar el equilibrio. En este caso concreto no hay duda. Nuestro amigo necesita una protección solar tan rápida y dinámica como él. Un spray transparente de efecto no graso, que se aplique fácilmente sin manchar ni dejar trazas blancas en su probable e increíble barba hipster. Por dar datos podría recomendarle el Spray Transparente con SPF 50+ de Isdin, que le dará holgadamente 2 horas de máxima protección y que podrá reaplicar en cualquier lugar, incluso en un semáforo. Si queremos un efecto matificante porque nuestro chico "non-stop" tiene la piel mixta o grasa, le recomendaremos la Bruma Facial de Anthelios con SPF 50+ efecto mate, que es brutalmente perfecta por tamaño y eficacia para llevarla en la mochila o en el bolso. No hay excusa para no estar fotoprotegido.

Si pulsáis sobre los enlaces de los productos podréis tener un ejemplo de varias webs que los venden y algunos precios de referencia. Como siempre intento trasladar en mis posts, el mercado es muy libre, muy variable y muy loco a veces, por lo que mis sugerencias son solo eso, puntos de partida para que seáis vosotr@s mism@s quienes os lancéis al increíble mundo de las compras de cosmética por internet. Sin probar físicamente los productos y sin tener la opción de decidir si nos gusta o no ese acabado, esa textura o ese color, me queda deciros que aquí la que os habla está encantada de daros toda la información posible con la que pueda contar, para ayudaros a conseguir ese arduo objetivo: hacer un pedido online, que llegue a casa pronto y cuando lo abres y lo usas te des cuenta que... LO HAS PETADO.

Así que, si este verano estáis aburridos y os apetece dejar alguna consulta/duda/cualquier cosa en este blog, estaré encantada de ayudaros y con suerte, incluso encontrar la respuesta que buscabais.

Coleguis... dejaros de plamplinas y poneros protección solar. Nuestro cuerpo, nuestra piel es como ese precioso papel de regalo con burbujas por dentro que nos envuelve y protege, que importa y forma parte del todo, que no tiene que ser superficial si desde dentro lo sentimos como muy nuestro.

Love&Sun 

jueves, 13 de septiembre de 2018

The Abnormal Beauty Company = The Ordinary Skincare

The Abnormal Beauty Company :p


Hoy quiero hablaros de:
@theordinary.skincare #theabnormalbeautycompany 

Definitivamente me gustan casi todos los productos que tengo de esta marca y he usado o tengo al y uso. Por eso podréis ver que las fotos son de envases que no están perfectos, algunos ya tienen las etiquetas un poco deterioradas y es consecuencia precisamente de haberlos usado. 

Como son varios los que pongo a análisis en esta entrada de hoy, voy por partes: 

1) AHA 30% BHA 2% Peeling solution: 

Un exfoliante facial con alfa hidroxiácidos que se usa en seco para luego enjuagar y va genial!!!!! Recomendado 🔝🔝🔝 Se aplica con la piel seca (este detalle es muy importante), de lo contrario la fórmula no resultará ni efectiva ni agradable. 


2) Lactic acid 5% HA 2% solución tipo peeling que se aplica de noche y ayuda a unificar el tono. Es de acción media/suave y siempre requiere protección solar de día. No es el producto que más me ha gustado pero en pieles sensibles puede ser buena opción. No se enjuaga como el anterior, pero recomiendo lavar el rostro con agua al despertar, para eliminar restos. Es interesante en épocas como la que se avecina, tras el verano, para unificar el rostro y cerrar poros. Es para todo tipo de pieles, porque no debe usarse solo. Las pieles más secas deben complementar con sus tratamientos habituales tras haber aplicado esta solución.



3) Granactive Retonoid 2% emulsión es un tratamiento tipo serum con retinoico que iguala tono, reduce poros y líneas de expresión y se usa después del serum habitual o en su lugar y antes de la crema, siempre de noche. Me encanta. Va genial. Lo recomiendo. Requiere protección solar mientras se use. Es posible en pieles con tendencia al acné (este producto no es para el acné) que se genere un brote tras los primeros días. Es un efecto característico del retinol y sus derivados, por lo que debéis estar advertid@s.





4) High Spreadability Fluid Primer es una prebase para antes del maquillaje. Es aceptable. Pero su envase en cuentagotas dificulta su aplicación porque no es líquido sino gel. Aceptable. No es una base correctora, solo permitirá que el maquillaje que unificado y no genere zonas de más pigmentación o acumulación, quedando cuarteado. 




5) Vitamina C Suspension 23% HA Spheres 2% no acuosa pero estabilizada. Esta emulsión de vitamina C es interesante pero no termina de gustarme la sensación que las esferas dejan en la piel. La he usado mucho y no es grasa, pero no me gusta cómo queda el maquillaje encima. Tal vez porque al no ser acuosa la sensación queda sobre la superficie de la piel durante bastantes minutos. La veo más adecuada si lo que vas a usar son unos polvos ligeros o corrector y colorete y poco más. 



6) 100% Plant Derived Squalane es un aceite 100% con escualeno vegetal, y como aceite que es nutre e hidrata en las pieles secas o en las mixtas en las zonas más secas (frente, cuello, papada). Me gusta, se absorbe bien, permite disfrutar de las propiedades del escualeno 💚 Es de los productos que jamás hubiera comprado su si precio hubiera sido mayor porque me resisto a los tratamientos con presentaciones oleosas, pero The Ordinary invita a arriesgar y descubrir, porque sus precios son súper asequibles (y tentadores). Disculpad que la etiqueta esté un poco dañada por el propio aceite pero, el uso genera estos "daños colaterales". 




7) Y por último Salicylic Acid 2% Solution, es una solución con salicílico a baja concentración para imperfecciones, granitos, etc. La verdad es que no he notado gran efecto porque estoy acostumbrada a concentraciones más potentes; pero para pieles sensibles o como primeros contactos con productos de este tipo en pieles jóvenes lo veo genial. Como podéis observar es más pequeño porque su uso es localizado sobre las imperfecciones y no en todo el rostro, como los anteriores.




Estos son mis productos de @theordinary.skincare y en general los considero geniales. Sus precios rondan entre los 9 y 6 euros y todavía me quedan algunos que probar por lo que os los recomiendo!!!!!!! ❤❤❤❤️ #theabnormalbeautycompany #cosmetics #beautytips #loveyourskin #lovecosmetics #cosmetic